Desde principios del siglo XVII encontramos gran cantidad de obras para violín y bajo continuo, el cual podía ser interpretado por un instrumento o grupo instrumental ad libitum formado por instrumentos armónicos tales como la tiorba, el arpa, el clavecín o el órgano, e instrumentos melódicos como el fagot, el violone o el violonchelo. Estas obras son producto de la emancipación de la música instrumental respecto de la vocal y de danza: se cree ahora en la capacidad de los instrumentos para expresar afectos sin palabras y conmover tal y como la voz humana hace.

Non l’intendite parlare?

Arcangelo Corelli (1653-1713)

This kind of Music is not, indeed, calculated so much for public Entertainment, as for private Amusement. It is rather like a Conversation among Friends, when the Few are of one Mind and Propose their mutual Sentiments, only to give Variety, and enliven their select Company.

Charles Avison (1709-1770)

A lo largo del siglo XVIII, el dúo violín-teclado (en especial, clavecín) es un marco instrumental privilegiado en el que los compositores alternan creaciones de inspiración puramente pedagógica, obras concebidas para el ámbito privado amateur y otras más audaces en las que buscan exprimir al máximo las posibilidades técnicas y sonoras de la unión ambos instrumentos. Lo cierto es que estos diversos estilos coexistían y se influían mutuamente.

El género por excelencia que abarca la mayor parte de la creación para el dúo violín-teclado es sin duda la sonata. Nace y se desarrolla en un contexto histórico y social muy codificado, galante, palaciego, en el que se trata de recrear una “conversación” entre los dos instrumentos.

En la sonata, las partes de ambos instrumentos estarán más o menos definidas por el compositor. En este sentido, seguimos encontrando infinidad de sonatas para violín con acompañamiento de bajo continuo así como otras en las que la parte del teclado está compuesta y definida por el compositor (obbligato). Sin embargo, desde mediados del siglo XVIII se observa una proliferación de sonatas para teclado y violín obbligato. El violín se limita ahora a un mero acompañamiento rítmico y armónico que sustenta el discurso musical del teclado, protagonista, y es incluso en muchas ocasiones prescindible a voluntad del intérprete.

Con el discurrir del tiempo, apreciamos en el género sonata una progresiva emancipación del violín respecto del teclado, convirtiéndose en co-protagonista del dúo con una escritura idiomática, virtuosa y concertante. La culminación de este proceso implica una nueva relación equilibrada entre ambos instrumentos, que alternan por momentos roles de mayor  protagonismo con otros de carácter acompañante.

With two such players, each will let the other be heard in full splendor at the right time, and the whole will thereby maintain its perfection.

Johann Peter Milchmeyer (1750-1813)

Asimismo, la sonata para violín y piano será utilizada por ilustres compositores para recrear gran diversidad de mundos sonoros, timbres y texturas hasta entonces inexplorados. Universos sonoros ajenos a esta formación como el del cuarteto de cuerda, el sinfónico o el de la ópera, se convierten en inagotable fuente de inspiración en las sonatas para violín y piano de W.A. Mozart, J. Schobert, L. Adam, E. Steibelt o L.v. Beethoven.

Por todo ello, no sorprende que el dúo formado por un violín y un instrumento de teclado ofrezca, en comparación a otras formaciones instrumentales más numerosas, una riqueza y versatilidad incomparables.

There is no form of instrumental music that is more capable of depicting wordless sentiments than the sonata.

Anónimo

Il voit, pour ainsi dire, se dérouler devant lui l’histoire complette de la musique; le piano étant, par son essence, l’instrument de l’harmonie, fait connaître, mieux qu’aucun autre, l’esprit de chaque composition, tandis que le violon, suppléant à l’insuffisance du piano pour soutenir les sons, est de nature à mieux rendre les choses du sentiment dans les passages de chant, et tous les accents de la passion. Le secours mutuel que se prêtent ces deux instruments est une des plus grandes perfections de l’art, un des plus grands charmes attachés à la musique instrumentale.

Pierre Baillot (1771-1842)
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